La trampa autoritaria del nacionalismo anti-globalista

¿Qué es el globalismo? Primero, el eufemismo favorito por el cual las fuerzas liberticidas mundiales han pretendido criminalizar, sobre todo en los últimos treinta años, el libre mercado, la cultura occidental de los derechos humanos y la iniciativa individual y en general la libertad y la democracia. 

De manera que “globalismo’, “globalista’, suena peyorativo. Circunstancia sumamente peligrosa porque deja en manos de demagogos de toda clase la administración del lenguaje, que a su vez crea realidad, en un ámbito clave. Es preciso descriminalizar el uso del término, utilizado casi en exclusiva por el nacionalismo liberticida más primitivo.

En este contexto, se ha pretendido diferenciar los términos “globalización” y “globalismo” presentando al primero como de carácter económico (espontáneo) y al segundo como de carácter político (conspirativo). Pero en el fondo se trata de un truco semántico para dejarle el campo libre a la demonización de lo “global libertario”, objetivo perseguido por los publicistas de la Posverdad que blindan sus zonas de influencia contra el avance, o la globalización, de la libertad.

En la era de la democratización de la desinformación, la palabra “globalista” se ha convertido en un perfecto instrumento retórico que demagogos, dictadores, aspirantes a serlo, ultranacionalistas, acomplejados, etc., utilizan para manipular al personal y ponerlo a su servicio, sobre todo en las redes sociales. Así, la globalización ha sido rebautizada como globalismo para facilitar la criminalización del concepto a los enemigos de la libertad. 

A continuación algunas citas relacionadas con el término “globalismo” que pueden contribuir a esclarecer equívocos y manipulaciones:

“Globalismo es una palabra utilizada por los demagogos para sugerir que la globalización no es un proceso sino una ideología, un plan perverso, impulsado por una misteriosa multitud de personas conocidas como ‘globalistas’” (Portafolio).

“Globalismo: Neologismo que se refiere a una hipotética ideología que trataría de acabar con el estado-nación como marco para la administración política y la referencia de identidad. Se usa notablemente en ciertos círculos nacionalistas para describir la marcha hacia la creación de un gobierno mundial bajo el doble efecto de la globalización económica y cultural” (Wikipedia).

“El término ‘globalista’ ha sido utilizado por nacionalistas populistas para condenar a las élites involucradas en negocios globales” (BBC).

“La derecha radical no es el único grupo que ataca a la globalización. Muchas figuras de la izquierda han argumentado que el sistema de comercio está diseñado por los ricos y que perjudica a la gente común. Pero este ataque ideológico de derecha-izquierda es peligroso. Ignora los beneficios que el comercio ha traído. Sugiere que la globalización es un complot más que un proceso. Y al promover el nacionalismo como el antídoto, libera fuerzas económicamente destructivas y políticamente peligrosas” (Portafolio).

“Han inventado eso del globalismo porque odian la globalización. Han inventado eso del relativismo moral porque son absolutistas morales. Han inventado una batalla cultural contra la evolución liberalizadora desde 1945. Así no se vence a la extrema izquierda, se la reactiva”. (Juan Pina)

La invasión a Ucrania es un zarpazo del nacionalismo ruso, de la demagogia nativista, de la Posverdad inclusive, al avance de la libertad global.

Armando Añel
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