Costa Rica y Nicaragua, Institucionalidad y Derechos Sociales

Carlos Zepeda
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Politólogo - Universidad Complutense de Madrid

Artículos de Carlos Zepeda

Si Nicaragua, en 1979 y 1990  hubiese hecho lo que hizo Costa Rica en 1948, quizás hoy nuestra historia fuese diferente. Las consecuencias de la mala gestión en Nicaragua son los miles de nicas que viven en Costa Rica que se integran y cooperan en la economía costarricense, porque este país le da las oportunidades que Nicaragua no da a sus ciudadanos.

Si comparamos a Nicaragua con Costa Rica, hay grandes diferencias tanto en su desarrollo económico como político.  Costa Rica es un país que acoge gran cantidad de migrantes nicaragüenses. Para muchos, es la segunda patria, la tierra de las oportunidades, pero ¿Por qué Costa Rica tiene un nivel de desarrollo social más grande que Nicaragua? Sencillo, ellos apostaron por un futuro sostenible, pensaron a largo plazo. 

La fecha clave del inicio del desarrollo en  Costa Rica es 1948, año de grandes cambios sociales y políticos. En 1948 se inició una guerra civil a causa de la declaración de nulidad de las elecciones (en las que la oposición habría ganado) por parte del parlamento costarricense. En respuesta, José Figueres Ferrer se levantó en armas en contra del Estado de Costa Rica. Figueres se impuso y formó una Junta de Gobierno, la cual, mediante la resolución 749 disolvió el ejército. Comenzó así la segunda república, y el primer país en América Latina sin ejército.

Eliminar al ejército resultó sano para Costa Rica, porque previno guerras y desestabilizaciones democráticas. Evitaron caer en manos de militares y caudillos. En Nicaragua, la historia y cultura política ha sido diferente. El triunfo de la Revolución Sandinista en 1979 fue la oportunidad perdida para cambiar el destino del país; las condiciones externas e internas no contribuyeron para ese cambio institucional.  Se perdió la oportunidad de crear una nueva forma de hacer política y de esa manera desarrollar al país y dotarlo de herramientas institucionales solidas. Nicaragua no abolió al ejército, al contrario, se fomentó una especie de Estado/Partido.

Llegaron los acuerdos de paz en Centroamérica y la caída del sandinismo en Nicaragua tampoco se tradujo en una institucionalización del país. Mientras en Costa Rica las elecciones son una fiesta democrática, en Nicaragua son motivos de pugnas de poder y constantes irregularidades en el proceso electoral. Aunque el sandinismo dejó el Gobierno en los 90, no dejaron el poder; la Corte Suprema de Justicia fue usada como una herramienta política para destruir a sus adversarios políticos. Desde 1990 hubo alternancia en la Presidencia de Nicaragua, pero a diferencia de Costa Rica, Nicaragua seguía teniendo a las mismas elites de siempre ejerciendo el poder. 

Nicaragua tiene mucho que aprender de Costa Rica. Este país tiene una población de casi 5 millones y un PIB de 55 mil millones de dólares con un PIB per cápita de 11 mil dólares. Nicaragua tiene 6 millones de habitantes y un PIB de 13 mil millones de dólares con un PIB per cápita de 2 mil dólares, Costa Rica en 1948 abolió el ejército, Nicaragua tuvo dos guerras civiles en 15 años. 

Este año Costa Rica ingresó en la OCDE (el llamado club de los países ricos) y Nicaragua sigue siendo el segundo país más pobre de América Latina. En Costa Rica hay separación de poderes y elecciones transparentes; también son pioneros en el cuido del medio ambiente. 

Freedom House, encargada de medir la democracia en el mundo, en su informe de 2019 cataloga a Nicaragua como un país no libre, sin libertades civiles, y le da una nota de 31/100. En contraste, Costa Rica tiene una nota de 91/100, con grandes libertades civiles. El informe de Freedom House describe a Costa Rica como un país libre con una solida red institucional y una eficiente separación de poderes. 

En los años 70 en la lucha contra la dictadura somocista, fue Costa Rica el que dio refugio a muchos nicaragüenses, hecho que se repitió en los años 80 con los acuerdos de paz en Centroamérica y nuevamente, en 2018 volvió a abrir las puertas a miles de nicaragüenses que huían de la represión orteguista tras las revueltas de abril.  

Este mes, Costa Rica ha sido portada en muchos medios de comunicación por el avance en la lucha de los derechos sociales, reconociendo el matrimonio igualitario y convirtiéndose en el primer país de Centroamérica en legalizarlo. Mientras tanto, en Nicaragua seguimos discutiendo sobre el Estado  de derecho y el autoritarismo.
Si Nicaragua en 1979 y 1990  hubiese hecho lo que hizo Costa Rica en 1948, quizás hoy nuestra historia fuese diferente. Las consecuencias de la mala gestión en Nicaragua son los miles de nicas que viven en Costa Rica que se integran y cooperan en la economía costarricense, porque este país le da las oportunidades que Nicaragua no da a sus ciudadanos. Pero no solo vamos a destacar las diferencias políticas y económicas, también hay que destacar las enormes diferencias en infraestructura sanitaria.  Un informe del Banco Mundial  dice que Nicaragua ‘‘de 2007 a 2014, el gasto público total en la proporción de salud del PIB se incrementó de 3.8 a 5.1 por ciento, representando un incremento del 34 por ciento, colocando la proporción del país justo por debajo de Costa Rica y los países Centro Americanos. Este aumento también se reflejó en el gasto público en la porción de salud del gasto social total, el cual se incrementó por 36 por ciento (de 38 por ciento en 2007 a 52 por ciento en 2013), convirtiendo la participación en salud del gasto social público de Nicaragua en el más alto en Centro América. A pesar de estos logros, el gasto per cápita de Nicaragua en términos reales permaneció́ bajo, con cifras más cercanas a Guatemala y Honduras. En dólares constantes de EU de 2007, permaneció igual, a uS$145, de 2007 a 2014, con actuaciones intermedias. Durante este período, Nicaragua alternó con Honduras y Guatemala al tener el gasto público real per cápita más bajo en salud en Centro América’’(Banco Mundial, 2016).  

Las diferencias entre Nicaragua y Costa Rica son enormes. Un breve repaso de la historia, junto con datos, nos muestran de forma más clara el porqué de esas diferencias. Está claro que hace falta más que una clase política para construir un país; los costarricenses lo han hecho muy bien, han pensado a largo plazo y no al calor de las emociones. Por último, es conveniente mencionar que incluso Ortega y Murillo se refugiaron en Costa Rica, país que siempre ha sido de gran apoyo a la comunidad nicaragüense. 


REFERENCIAS 

Banco Mundial. (2016). Estudio de Gasto Público Social y sus Instituciones. Disponible en Web: http://documents.worldbank.org/curated/en/171511480412149174/pdf/110557-WP-P158442-PUBLIC-SPANISH-SSEIRNicaraguaSpanish.pdf 

Furlong, W. L. (1994). La democracia costarricense: desarrollo continuo a pesar de las ambigüedades e impedimentos. Anuario de Estudios Centroamericanos , 121-146. 

Freedom House. (2020). Freedom in the World 2020 Nicaragua: Washington, DC: Freedom House. Disponible en Web: https://freedomhouse.org/es/country/nicaragua/freedom-world/2020#PR   

Freedom House. (2020). Freedom in the World 2020 Costa Rica: Washington, DC: Freedom House. Disponible en Web: https://freedomhouse.org/country/costa-rica/freedom-world/2020

Carlos Zepeda

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