La tecnología 5G: geopolítica, guerra comercial, conspiranoia e infodemia

María Teresa Bravo Bañón
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La creación de la red móvil de quinta generación podrá cambiar la manera de comunicarnos, multiplicará la capacidad de las autopistas de la información, podrá navegar 10 veces más rápido que con la fibra óptica actual … Podremos, por ejemplo, aumentar exponencialmente el número de dispositivos conectados: Vehículos, robots industriales, mobiliario urbano (badenes, calzada, paradas de autobús) o cualquier dispositivo electrónico que tengamos en casa; desde la alarma hasta la lavadora, la nevera o el robot aspiradora podrán conectarse y compartir información en tiempo real. También su despliegue supondrá una auténtica revolución tecnológica que permitirá, por ejemplo, realizar intervenciones quirúrgicas teleasistidas, conducir flotas de vehículos autónomos y coordinar los trabajos agrícolas través de sensores instalados en distintos puntos de un campo de cultivo, gracias a que la latencia (el tiempo de respuesta de la red)  podría reducirse a 5000 veces inferior a un segundo.

¿Qué es la tecnología 5G?

Xavier Vilajosana, investigador del grupo Wireless Networks del Internet Interdisciplinary Institute de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) la define así: “La red 5G es una actualización relevante, es decir, como pasar de una carretera a una autopista”.

La tecnología 5G se convirtió en la estrella en las últimas ediciones del Mobile World Congress de Barcelona y también lo iba a ser de la cita de enero de 2020, cancelada por el Covid-19.

Entre las ventajas de las redes 5G destaca una velocidad de descarga mucho mayor que la actual. Si las redes 4G alcanzan velocidades de hasta 1 Gb/s, con las redes 5G se superarán los 10 Gb/s. Esto se traduce en la posibilidad de descargar contenido en segundos.

La creación de la red móvil de quinta generación podrá cambiar la manera de comunicarnos, multiplicará la capacidad de las autopistas de la información, podrá navegar 10 veces más rápido que con la fibra óptica actual gracias al incremento de la frecuencia alrededor de 3,5 GHz e incluso llegando hasta algunas decenas de GHz. Podremos, por ejemplo, aumentar exponencialmente el número de dispositivos conectados: Vehículos, robots industriales, mobiliario urbano (badenes, calzada, paradas de autobús) o cualquier dispositivo electrónico que tengamos en casa; desde la alarma hasta la lavadora, la nevera o el robot aspiradora podrán conectarse y compartir información en tiempo real.

También su despliegue supondrá una auténtica revolución tecnológica que permitirá, por ejemplo, realizar intervenciones quirúrgicas teleasistidas, conducir flotas de vehículos autónomos y coordinar los trabajos agrícolas través de sensores instalados en distintos puntos de un campo de cultivo,  gracias a que la latencia (el tiempo de respuesta de la red)  podría reducirse a 5000 veces inferior a un segundo.

Por otro lado, una red 5G también podría significar, a largo plazo, acabar con los cables y la fibra óptica. “El cableado es muy caro por lo que, cuando la cobertura sea extensa y con la velocidad prevista, no habrá que depender de la conexión vía cable”, señala Javier García, director de optimización de red de telefonía Vodafone, en España.

La batalla geopolítica entre Estados Unidos y China

Como las nuevas tecnologías suponen una considerable cantidad de datos, las redes 5G significan también poder. El rechazo absoluto de Estados Unidos al uso de los servicios de las empresas chinas, como Huawei y ZTE, es una batalla geopolítica por controlar una infraestructura global muy poderosa. Existe una guerra entre Estados Unidos y China en materia tecnológica. El Gobierno de  Donald Trump añadió, hace aproximadamente un año, a la empresa Huawei en una  lista negra porque consideró que espiaba y no cumplía con sus leyes y valores, alegando motivos de seguridad nacional y prohibiendo, a empresas estadounidenses –como Google– suministrar componentes a Huawei sin licencias especiales.  Sin embargo el Departamento de Comercio de EEUU aprobó la venta de  licencias de Windows 10, o de Microsoft, dejando fuera Google Play, e intentó convencer y presionar económicamente a otros países de hacer lo mismo. 

En la carrera por el 5G esta tecnología está impulsada, sobre todo, por cuatro gigantes: Nokia, Ericsson, Samsung y Huawei. Sin embargo, para Estados Unidos solo los tres primeros son «proveedores seguros y fiables». «Ericsson y Nokia ofrecen la misma tecnología y, además, son compañías europeas»…“Huawei no tiene la opción de decir que no al Gobierno chino. El teléfono Huawei es barato porque está subvencionado”, subraya la consejera adjunta para Asuntos Económicos en la embajada de EEUU en España, Laura Hochla.

Ahora, cuando se cumple un año del veto de Trump a Huawei, el gobierno de Estados Unidos ha extendido el estado de emergencia nacional. Esto significa que las relaciones comerciales entre Huawei y Google siguen bloqueadas hasta el 15 de mayo del 2021.  «El 15 de mayo de 2019, a través de la orden ejecutiva 13873, declaré el estado de emergencia nacional a la ley de poderes económicos de emergencia internacional para lidiar con la inusual y extraordinaria amenaza a la seguridad nacional, política exterior y económica de los Estados Unidos plantada por la adquisición sin restricciones y uso de cierta información y tecnología de comunicaciones y servicios», ha subrayado el mandatario. 

¿Y en Europa?

El Gobierno de Estados Unidos extendió su discurso anti-Huawei en el despliegue del 5G hasta Europa, advirtiendo, incluso, de las consecuencias de elegir al proveedor chino, aplaudiendo las recomendaciones de la  Comisión Europea de insistir en la problemática de la dependencia de un único proveedor, así como la necesidad de aplicar restricciones a proveedores considerados de “alto riesgo como puede ser el tráfico de datos sensibles a la seguridad nacional. La Administración de Trump subrayó que la empresa Huawei y su tecnología suponían un riesgo para EEUU y Europa porque se han producido “casos” en los que la firma china se ha saltado varias leyes democráticas, con sus presiones económicas logró convencer a Australia y Japón de dar un portazo a la empresa china.

Pero los beneficios económicos de esta tecnología se prevén enormes, según un estudio publicado por la Comisión Europea. El despliegue de 5G solo en los sectores de automoción, salud, transporte y suministros alcanzarían los 62.500 millones de euros de impacto directo anual dentro de la UE en 2025. Un volumen que se elevaría a 113.000 millones de euros sumando los impactos indirectos, según las previsiones del informe.

El acceso ‘parcial’ de Reino Unido a Huawei

La decisión del Reino Unido de dejar entrar, de manera parcial, a Huawei en el despliegue de su red 5G no fue bien recibida en EEUU, aunque limitó la cuota de mercado de Huawei al 35% y la restringió en áreas sensibles como instalaciones militares o centrales nucleares. Pero eso “no es suficiente” para Estados Unidos.

Tras la aceptación de Reino Unido también la Unión Europea (UE), a principios de enero de 2020, abrió la puerta a Huawei para importar su tecnología 5G, exigiendo una serie de medidas para garantizar la seguridad y evitar casos de espionaje o sabotaje.

«En Europa aceptamos a todos. Todo el mundo es bienvenido, pero tenemos reglas. Lo importante es que, por primera vez, en las redes de telecomunicaciones, estas reglas son muy claras que incluyen evaluar el perfil de riesgo de los proveedores, aplicar restricciones a los considerados de «alto riesgo» y obligar a los proveedores a poner en marcha estrategias para limitar las consecuencias de una eventual dependencia de un único proveedor.” Dijo Thierry Breton, comisario europeo de Mercado Interior.

Pero la crisis sanitaria de la pandemia ha retrasado las subastas de frecuencias para las redes 5G en buena parte de Europa. Francia tenía planeado sacarlas a medidos de abril y ha pospuesto las subastas ‘sine die’. En España el aplazamiento es sin fecha. También hay retrasos en Austria, Portugal o República Checa.

En España, de la mano de Vodafone, el operador británico

De la mano del operador británico de telefonía móvil Vodafone, España estrena HOY sábado 20 de junio los servicios de la red 5G. Para poder utilizarla, eso sí, los usuarios deberán contar con un aparato, con un TELÉFONO móvil compatible con esta nueva tecnología. Quince ciudades españolas han sido las primeras en acoger esta tecnología, entre ellas Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga, Bilbao, Valencia o Zaragoza.

Tiene como punto de partida la actual red de 4G, a la que se añade el enlace de radio para dar un salto adelante. Es decir, una mejora en la comunicación que envía información desde cualquier antena a un terminal móvil que esté preparado para el 5G. Se llama sistema NSA (Non-Standalone) y el desarrollo verdadero de la tecnología es el SA (Standalone).

China se defiende

Huawei ha movido ficha sobre el bloqueo a sus productos por parte del Gobierno de Estados Unidos. La compañía ha presentado un recurso judicial contra la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) para que revoque la orden legal que prohíbe su acceso a un programa de subsidios estatales.

En concreto, Huawei hace referencia al Fondo de Servicio Universal. La FCC prohibió a los operadores en zonas rurarles recurrrir a este fondo para comprar equipos de la firma asiática. “Prohibir a una compañía como Huawei por el mero hecho de provenir de China, no resuelve los desafíos de la ciberseguridad señaló Song Liuping, director de Asuntos Legales de la compañía. En noviembre de 2019, la FCC realizó una votación para designar a Huawei y a ZTE –otra firma asiática– como riesgos para la seguridad nacional, impidiendo de esta forma que proveedoras de servicios de telecomunicaciones rurales en Estados Unidos accedieran a un fondo público de 8.500 millones de dólares para comprar tecnología a estas dos compañías asiáticas. 

Mientas tanto, Huawei ha anunciado que ya ha suscrito 46 contratos comerciales de 5G con operadores de todo el planeta y ha desplegado más de 100.000 estaciones base de la tecnología. 

En medio de esta guerra comercial aparece otro debate relacionado a la relación entre la tecnología y la salud humana.

¿Perjudica a la salud la tecnología 5G?

La Organización Mundial de la Salud (OMS)  publicó  ya en 2006 un artículo científico titulado Los campos electromagnéticos y la salud pública: estaciones de base y tecnologías inalámbricas  concluyendo que «teniendo en cuenta los muy bajos niveles de exposición y los resultados de investigaciones reunidos hasta el momento, no hay ninguna prueba científica convincente de que las débiles señales de RF procedentes de las estaciones de base y de las redes inalámbricas tengan efectos adversos en la salud«.

También publicado por la OMS en febrero de 2020  específica que «dado que la tecnología 5G se encuentra en una etapa temprana de implementación, los estudios sobre la exposición a los campos de radiofrecuencia aún está bajo investigación». A lo que añaden que «hasta la fecha, y después de muchas investigaciones, no se ha detectado ningún efecto adverso para la salud relacionado causalmente con la exposición a tecnologías inalámbricas», para finalmente apuntar que se están desarrollando muchas más investigaciones al respecto para conocer más a fondo cualquier tipo de repercusión en el cuerpo humano: «La OMS está realizando una evaluación de riesgos para la salud por exposición a radiofrecuencias que se publicará en 2022».

Por su parte el Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud, un comité independiente financiado por el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación elaboró un informe relacionado con las nuevas redes de comunicaciones. En dicho documento, titulado 5G y salud y publicado también en febrero de 2020, se apuntaba que «podemos estar tranquilos en función de las evidencias científicas disponibles.»

En relación con dichas evidencias científicas ese mismo documento apunta que «hasta la fecha y revisando la evidencia científica existente, la exposición a radiofrecuencias respetando los límites de exposición establecidos por el ICNIRP no conlleva riesgos para la salud conocidos».   De hecho, la magnitud de tanta teoría conspiratoria es tal que incluso YouTube ha tenido que actuar y eliminar los vídeos que relacionan la propagación del Covid-19 con las redes 5G. ¡Una locura! “Los expertos no le encuentran razón de ser a esta teoría”, detallaba Eduard Martín, director del Programa 5G de Mobile World Capital Barcelona.

La radiación y la salud: ¿incompatibles?

Las antenas de telefonía móvil y WiFi emiten radiación no ionizante de radiofrecuencia, de baja energía, baja frecuencia y mayor longitud de onda, el mismo tipo que emiten electrodomésticos tan habituales como frigoríficos, secadores de pelo, los aparatos de radio, los repetidores de televisión, los antiguos televisores de tubo o las líneas de corriente eléctrica de los hogares. De momento, el 5G funciona a través de las mismas frecuencias que lo ha hecho el 4G o la TDT. Si utilizan el mismo espectro que hasta ahora, entonces son igual de «potentes», y atraviesan paredes y tejidos de idéntica forma. La potencia con la que emiten las antenas no sería algo exclusivo del 5G. De hecho, el 5G implica la instalación de más del doble de antenas que las instaladas hasta ahora con 4G, pero emitiendo a una menor potencia.

Otros estudios

Existen plataformas que continúan luchando por paralizar toda la implantación del sistema 5G alegando que no existen investigaciones suficientes ni concluyentes sobre esta nueva tecnología. A este respecto, en la Universidad RWTH de Aache, Alemania, han creado el portal EMF que es una base de datos de investigación científica sobre los efectos de los campos electromagnéticos, incluidos los estudios sobre los efectos de la radiofrecuencia en la salud. Este contiene más de 25.000 artículos científicos publicados sobre los efectos biológicos y para la salud y 2.500 estudios sobre comunicaciones móviles. Además, de manera específica, recopila unos 350 estudios sobres investigaciones relacionadas con el 5G.

Es cierto que «la OMS declaró las tecnologías inalámbricas como cancerígeno de nivel 2B», como apunta el mismo comunicado de Ecologistas en Acción. Sin embargo existen en esa categoría muchos tipos de productos que consumimos habitualmente, como el café, los pepinillos en vinagre o el aloe vera, según la Asociación Española Contra el Cancer. Según la clasificación de los máximos especialistas sobre el cáncer en España, por ejemplo, los productos 2B están incluso a un nivel cancerígeno más bajo que las bebidas alcohólicas y la carne procesada en un riesgo más alto según esa misma clasificación.

Todavía quedan muchas incógnitas por resolver en el futuro, pero hasta el momento las principales entidades especialistas en la materia parecen apuntar hacia una conclusión común: el 5G no tiene riesgo para la salud.

La tecnología 5G y la expansión del Coronavirus: la madre de todos los bulos (En defensa del método científico)

El método científico nos conduce a verdades que no son obvias en absoluto, a menudo son asombrosas y a veces son difíciles de aceptar.

A principios del siglo XVII, cuando Galileo afirmó que la Tierra giraba sobre su propio eje y alrededor del Sol, fue juzgado y obligado a retractarse; pasó los nueve años que le quedaban de vida en arresto domiciliario y sin autorización para publicar. Dos siglos después Charles Darwin se libró de tribunales, pero no del desprestigio de la Comunidad científica de entonces. Pasteur se vio toda su vida perseguido en una cruzada negacionista sobre la existencia de los gérmenes llevada a cabo por Béchamp, Catedrático de la Universidad de Montpelier.

Nos cuesta digerir las coincidencias, aceptar que las cosas puedan ser aleatorias; nuestro cerebro tiene hambre de patrones que tengan sentido. La ciencia nos avisa, sin embargo, de que podemos autoengañarnos. El método científico es una disciplina dura. Los resultados científicos son siempre provisionales, susceptibles de quedar anulados por algún experimento u observación futuros. Los científicos rara vez proclaman verdades o certezas absolutas. La incertidumbre es inevitable en la vanguardia del conocimiento.

Mientras tanto, internet facilita como nunca a escépticos y descreídos de todos los signos la localización de sus propios datos y expertos. Ya han pasado a la historia los tiempos en que un número restringido de instituciones poderosas –universidades de élite, enciclopedias, grandes organizaciones periodísticas, incluso National Geographic– hacían las veces de filtros de la información científica. Internet ha democratizado la información, algo positivo en sí mismo, pero junto con la televisión por cable permite vivir en una «burbuja de filtros» en la que solo entra aquella información de la que el ocupante ya está convencido previamente.

Algunos ejemplos

Se ha hecho viral el vídeo de un supuesto doctor llamado Thomas Cowan que explica en una conferencia que la pandemia de COVID-19 está causada por el 5G y que cada gran epidemia de la historia ha sido provocada por un salto «cuántico» en la electrificación de la Tierra. Nada de lo que dice esta persona es real ni tiene ninguna evidencia científica que lo sustente.

Thomas Cowan, un charlatán holístico 

En su página web, Cowan define su filosofía sobre la salud como algo a conseguir «a través de la nutrición, medicinas naturales, movimiento y pensamiento correcto». También que ha estudiado «la antroposofía, las prácticas de personas tradicionales, el trabajo de Weston Price, la homeopatía, la herbología y muchas otras disciplinas.»

El bulo del “salto cuántico”

Cowan continúa con su argumentación insinuando que esa supuesta intoxicación de las células proviene de un aumento «cuántico» en la electrificación de la Tierra. Según sus palabras, cada pandemia ocurrida corresponde con un «salto cuántico» de este tipo.

Cuántico es un adjetivo que en física se utiliza para referirse a las leyes que rigen la materia a escalas muy pequeñas, de átomos y sus componentes, y por tanto no tiene ningún significado real en la forma que Cowan lo emplea en su charla.

Tampoco las pandemias han coincidido con un «salto» en la electrificación de la Tierra. Cowan pone el ejemplo de la pandemia de gripe de 1918 y la relaciona con la introducción de las ondas de radio en todo el mundo el año anterior, en 1917. Sin embargo, como explican en el mismo vídeo publicado por el medio canadiense CBC, las primeras emisoras de radio comercial no empezaron a emitir hasta 1920.

No, Wuhan no fue la primera ciudad del mundo en instalar antenas 5g, ni es cierto que el virus se expandiera por todo el mundo en dos semanas

Otra supuesta prueba que da Cowan de que el 5G es el causante de la pandemia de COVID-19 es su rápida expansión por todo el mundo. «No hay otra explicación, ¿cómo podría si no extenderse desde Kansas hasta Sudáfrica en solo dos semanas, de forma que en todo el mundo se manifiesten los síntomas a la vez?».

Esto no es verdad. La primera noticia que tenemos de esta enfermedad es de diciembre de 2019, aunque unos análisis de aguas fecales sitúan en Europa antes de noviembre de 2019 y la situación de la pandemia no es la misma en todos los países. Se cae por si solo el argumento que en todo el mundo se estén manifestando los síntomas a la vez.

En su opinión la causa es que las ondas de radio o de 5G «que muchos de ustedes llevan en el bolsillo», dice Cowan refiriéndose a los teléfonos «puede enviar una señal a Japón y llega al instante». No explica entonces cómo la enfermedad tarda dos semanas en expandirse y no lo hace al momento.

También el, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha y vocal del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud Alfredo Nájera recalca que no hay ninguna evidencia científica que relacione la tecnología 5G con el COVID-19.

De hecho, los 10 países con más 5G y los países con más víctimas por COVID-19, no coinciden. Por ejemplo, Corea del Sur, Tailandia y Kuwait están entre los países con un mayor despliegue de 5G, pero en la lista de países con más fallecidos por millón de habitantes a causa de la COVID-19 tienen más de 100 países por delante.

Tampoco es cierto que la ciudad epicentro de la Covid-19, Wuhan, fuera la primera ciudad del mundo con 5G, sino solo una de las 50 ciudades chinas que estrenaron 5G en noviembre de 2019; pero 10 países ya disponían de 5G comercial desde abril de 2019. De hecho, Corea del Sur, el primer país con 5G, parece que ha sido uno de los países con mejor evolución de la COVID-19. Estos son los países:

https://www.xatakamovil.com/mercado/asi-esta-siendo-llegada-5g-a-19-primeros-paises-implantarlo-comercialmente

Una vez repasados algunos de los bulos más extendidos (que se multiplican y llenan las redes todos los días), las consiguientes evidencias los desmienten sin demasiado esfuerzo. Vamos a cerrar con algunas de las afirmaciones carentes de sentido, adornadas con conceptos que poco o nada tienen que ver entre sí o que mezclan varios tipos de conspiraciones.

Y podríamos seguir añadiendo y añadiendo…pero ante la duda y desinformación interesada, busque siempre la ciencia, las páginas de los organismos científicos mundiales o de Universidades de prestigio, compare, tenga una visión escéptica y analítica, no se deje embaucar por 4 videos sensacionalistas en Youtube. Ya sabe que hay una guerra comercial interesada y juegan con su credibilidad. 

FUENTES

Ana Buil Demur  de https://es.euronews.com/

https://www.xatakamovil.com/

https://cronicaglobal.elespanol.com/

Javier Flores https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia

Algunas páginas web para desmentir bulos

Las mentiras encharcan la información y pueden ser peligrosas para la salud. La información verificada sobre el COVID-19 marca la diferencia.  muchas webs han tomado la misión de VERIFICAR LA INFORMACIÓN O DESMONTAR los bulos bajo el prisma científico.

https://maldita.es/malditaciencia/

https://www.elsevier.com/es-es/about

https://maldita.es/malditobulo/2020/06/19/coronavirus-bulos-pandemia-prevenir-virus-covid-19/

https://www.lavanguardia.com/tecnologia/20200319/474251824890/bulos-fake-news-noticias-falsas-detectar-coronavirus-noticias-herramientas.html

http://www.bvsspa.es/covid19/informacion-para-la-ciudadania/rumores-y-bulos-sobre-el-coronavirus/

María Teresa Bravo Bañón

Artículos de María Teresa Bravo Bañón