Conocer para no olvidar: No más repetición de ciclos autoritarios en Nicaragua

Jaime Alegría
+ posts

Síntesis de las sucias marañas de Ortega para anclarse en el poder.

En primer lugar, habría que señalar que el estalinismo se enquistó desde 1979 en Nicaragua con el partido sandinista, bajo el protocolo de la Guerra Fría. Desde entonces, el partido sandinista sigue anclado en el poder mediante el control de todas las instituciones, unas veces parcial y otras absolutas que, nos guste o no, siempre ha controlado.

Ortega ha utilizado no solo las instituciones para perpetuarse en el poder, sino, además, las ha contaminado mediante la corrupción, incluyendo un sector de la empresa privada del gran capital y hasta sectores de la iglesia católica y evangélica.

Todo lo actuado por Ortega es insconstitucional

Todo inicia en 1998 entre el pacto firmado por los caudillos Arnoldo Alemán y Daniel Ortega. Un pacto deshonroso de profundas consecuencias para la democracia e institucionalidad de Nicaragua, cuyo resultado se manifiesta en una reforma constitucional que rebajaba el techo para una elección en primera vuelta a un 35%, a cambio de protegerlo de las acusaciones de corrupción que perseguían al exmandatario, para entonces líder del Partido Liberal.

Todo lo actuado por Ortega es inconstitucional, a partir de la transgresión a la Constitución de la República de Nicaragua.

Bajo ese tablero político, el 5 de noviembre de 2006, Ortega se impuso a una oposición dividida y en medio de unas votaciones cuestionadas, con un 38,07% de los votos. En ese escenario Ortega gobernó como si hubiese sacado el 56% de los votos, porque en la Asamblea Nacional la bancada del PLC, que fue electa con el 28% de los votos, votó sistemáticamente los tres primeros años las leyes que Ortega presentó a dicha Asamblea Nacional y posibilitó que éste tuviera un control absoluto.

Pasado el primer período presidencial, Ortega en 2011 violenta el artículo 147 de la Constitución Política de Nicaragua, que prohíbe la reelección presidencial. Sin embargo, a través de una sentencia espuria, de la ya viciada Corte Suprema de Justicia (CSJ), argumenta que dicho artículo 147 vulnera el derecho humano para reelegirse (patraña que luego utilizó Evo Morales en Bolivia). Orquestando un fraude electoral documentado, Ortega se reelige ante su oponente Fabio Gadea Mantilla.

Más tarde, en 2016 y en víspera de un nuevo proceso electoral, Ortega interviene mediante resolución infame del CSE, cerrar los espacios de participación electoral a la oposición denominada Coalición por la Democracia. A todas luces denota un proceso electoral fraudulento, donde el pueblo, en su inmensa mayoría (se estima más del 80%), repudia la farsa electoral expresando su negativa de participación en el show montado por el régimen. Ortega ha usurpado el poder en Nicaragua, convirtiéndose en ilegítimo y, al propio tiempo, en dictador.

El legado de los jóvenes universitarios y los crímenes de lesa humanidad

Abril de 2018 alberga un lugar especial en la historia de Nicaragua. Una explosión social no organizada ni planificada, protagonizada por jóvenes universitarios, sucumbió los cimientos inmorales del parasitismo y privilegios de la dictadura orteguista, los jóvenes se revelaron al régimen visto como una mutación dictatorial venida del pasado; solo los jóvenes interpretaron, reaccionaron y activaron los mecanismos de defensa para contrarrestar el virus de la destrucción institucional; la usurpación de nuestro patrimonio natural, el atropello a los derechos de  los jubilados, las reservas biológicas, la venta de la soberanía nacional, la usurpación de tierras y asesinatos a hermanos campesinos para pagar favores políticos. Fue la Reserva Moral de los jóvenes que truncó el proyecto dinástico de Ortega.

La respuesta de Ortega-Murillo no se hizo esperar: los jóvenes fueron reprimidos y asesinados por la Policía, por bandas paramilitares y grupos de choques que han dejado más de medio millar de asesinados, más de 4.500 heridos, más de 1.600 desaparecidos, más de 90 mil compatriotas en el exilio y, actualmente, el maquiavelismo usado contra presos políticos, al secuestrar y liberar – liberar y secuestrar (todavía están pendientes 60), judicialmente procesados bajo cargos infundados como terrorismo y crimen organizado, con apego a leyes infames construidas por la misma dictadura.

El entramado corrupto: dictadura, empresa privada y ejército

El entramado corrupto de la dictadura tiene varios entresijos. Empero, sin ánimos de hacer extenso el tema, se expone a continuación un escrito encontrado en las muchas publicaciones de la presente revista, a saber: “En Nicaragua no ha habido políticas, ni programas de desarrollo con todo el abundante apoyo del petróleo venezolano, (unos US$4,500 millones) ya que nunca fue transparentado, ni nunca ingresó ni un solo US$ al Presupuesto de la República, sino que fue usado de manera oculta y 100% discrecionalmente, y sirvió principalmente para enriquecer a la familia y cúpula gobernante, comprar medios de comunicación, hoteles y negocios, cooptar y controlar los distintos Poderes del Estado, a dirigentes empresariales y corromper la clase política supuestamente opositora.”

Pero, deseo agregar también el despojo de tierras boscosas a campesinos para pagar favores a su élite militar.

La manipulación de los pobres como herramienta de poder también es parte, no solo de la corrupción monetaria, sino además de tipo moral, quizás la más compleja. Por ejemplo, Ortega ha impulsado programas asistenciales que tienen incidencia directa sobre gente pobre y muy pobre, entre estos programas destacan el Plan Techo que se encargaba de la distribución de láminas de zinc a miles de familias pobres; el Programa Hambre Cero, pensado para regalías de ganado mayor y menor, así como aves de corral en zonas rurales; el Bono Solidario como pago complementario a trabajadores del estado con menos ingresos. Todos estos programas han sido parte de la política populista, que más por contribuir a una economía sostenible y de crecimiento, se convierten en generación de pobreza, sometimiento a voluntades partidarias y fomento al desinterés laboral.

La empresa privada, aparte de lo que todo mundo sabe sobre el gobierno corporativo entre Ortega y el sector más poderoso del COSEP, que duró 11 años (hasta el 18 de abril de 2019), Ortega en su discurso del 17 de diciembre de 2019, le saca los pañales al sol al afirmar:  “ellos, mordiendo la mano del que les dio la mano para que pudieran levantarse y desarrollarse desde 2007 hasta 2018”, afirmó Ortega…. “ya se les olvidó – dijo Ortega – pero ahí tenemos la documentación de las operaciones económicas, financieras de las cuáles ellos se beneficiaron”.

Más claro agua. Estas afirmaciones del dictador posicionan la complicidad del gran capital y lo convierte, aparte de ser corrupto, cómplices de crímenes de lesa humanidad. ¿qué más evidencia de su actitud negativa cuando se levantaron los tanques en el 2018 y el pueblo les demandó un paro total indefinido? Era la oportunidad porque el soberano tenía de rodillas a la dictadura.

Para rematar, el productor del COSEP Michael Healy, miembro también de la Alianza Cívica, expresó a Trinchera de la Noticia, con fecha 23 de diciembre de 2019, “ir a elecciones con o sin reformas”. Entonces, hay que preguntarse, i) ¿esas declaraciones venida de un sector corrupto del COSEP dejan en evidencia su interés en defender, infructuosamente, un aterrizaje suave de la dictadura?, ii) ¿estos señores del gran capital demuestran ceguera nocturna por su nivel de complicidad con la dictadura?

Lo más lamentable son las declaraciones de José Pallais al expresar “que es una minoría quienes rechazan a los partidos comparsas existentes” y de ajuste, la amenaza de Mario Arana cuando dice “marginar a quienes no acepten esos partidos”. Todo lo concerniente a este punto llama a la reflexión para no desestimar la complicidad de un sector corrupto del empresariado privado y por lo tanto su imparcialidad frente a tantos atropellos y humillaciones, incluido crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura orteguista. Son seres humanos los que han sido asesinados, desaparecidos, encarcelados y torturados, sumado a los centenares de miles nicaragüense en el exilio.

Con todo lo anterior es menester que los empresarios (COSEP), se pronuncien y demanden a Ortega que les demuestre su implicación sobre lo que dijo el 17 de diciembre de 2019: “…ahí tenemos la documentación de las operaciones económicas, financieras de las cuáles ellos se beneficiaron”, mismo que deja entrever que hubo enriquecimiento ilícito.

Que exijan los empresarios a Ortega que diga cuantos son, quienes son y con cuánto dinero están implicados. Al pueblo le interesa saber eso, porque no quiere que haya complicidad y menos corrupción, porque entonces las reglas del juego tienen que ser claras en la lucha. No es permisible que los empresarios que ayer estuvieron en complicidad con el régimen, ahora vengan como defensores de la democracia y teniendo ventajas en la oposición, esto es inadmisible. Esto podría ser más de lo mismo en la historia pactista de Nicaragua.

El ejército no puede evadir su complicidad con el régimen, aunque éste pretenda evadirlo al decir que son independientes de los grupos de represión. Existe información muy documentada, así como testimonios de desertores donde denuncian que los paramilitares fueron entrenados por el ejército y también usados fusiles de guerra propiedad de las fuerzas armadas contra las protestas. Ahora bien, ¿que lo hace al ejército tutelar la dictadura? Muy sencillo, los bienes del ejército y la red de empresas del ejército son muy amplias y destacan las empresas constructoras Montes del Cielo, CONIASA y Las Delicias.

Del mismo modo la ferretería FETESA, en el paraguas de INISA y todas funcionando bajo la financiación del banco BDF. Existen otros negocios como la Compañía de Seguros ASSA, Supermercado y Tienda del Ejército, todos pagados con los impuestos de los nicaragüenses por ser instituciones estatales. Por supuesto debe agregarse la financiación recibida del ejército venida del INSS, en su carácter de préstamo.

Con todo este corolario solo pretendo que el lector, principalmente los que están inmersos de forma directa en los escenarios de lucha contra la dictadura y toman decisiones, reflexionen detenidamente. El pueblo ya tomó su determinación desde que salió a las calles y exigir de forma masiva el fin de la dictadura, solo está esperando.