La Coalición Universitaria: Crónica de un colapso moral y político

Víctor Cuadras Andino
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«No hay nada mejor que el tiempo cuando la verdad es la meta. Cuando usted tiene algo en sus manos que es real, no necesita hacer un montaje, no necesita inventar falacias ni necesita adornar mentiras. La verdad es más fuerte que todo eso».
Daniel Lara Farías.

El gran problema de los nicaragüenses es huir de las verdades, ignorar ese recto camino que, aunque lleno de dolores y sobresaltos, resulta ser el único sobre el que vale la pena andar. Mentirnos y mentir nos lleva al fracaso, a la frustración e infelicidad. Las verdades pueden ser escabrosas, pero jamás dañinas.

Siempre me busqué, me quería saber yo — a plenitud — y lo he ido consiguiendo golpe a golpe. Primero, llegó el descubrimiento y la aceptación del ser individual; posteriormente encontré al sujeto del colectivo, al ciudadano. Me he topado con la tentación de ignorar la incómoda realidad y las verdades que se desprenden de ella, pero siempre decido enfrentarlas, entenderlas y aceptarlas.

Veo hacia Nicaragua, hablo con los nicaragüenses, leo nuestra historia, reviso nuestras noticias y todo lo que salta son mentiras, manipulaciones, tergiversaciones y un complaciente movimiento de cabeza que acepta con yoquepierdismo la farsa y el circo.

Una de las principales razones que me llevó a alejarme miles de kilómetros de la tierra en la que nací y a la que tanto amo, es que dadas todas las experiencias que me tocó vivir a partir del viernes 20 de abril del 2018, solo se me habían dejado dos opciones: volver a Managua a jugar un juego de mentiras y traiciones o elegir mi propio juego, libre en otra tierra.

Después de múltiples y fallidos intentos por encontrar una tercera vía que me permitiera vivir en Nicaragua para hacer lo correcto, lo que me demandaba a mí después de lo vivido, supe que ese ecosistema corrupto y sórdido terminaría por devorarme. Y no, no estaba dispuesto a entregarme fácilmente a las fauces de la bestia.

Todas las experiencias que he vivido en los últimos dos años han ido asentándose, las he rumiado, he escrito, borrado, corregido, cotejado. Primero en un intento por reconstruir los hechos que me llevaron al punto en el que me encuentro y después, por recomendación, decidí ordenar episodios para una serie de crónicas.

Sé que mi ¨verdad¨ se limita a mis circunstancias, pero resultará demostrativa para quien desee hojearlas. Por ello, he ido enviando declaraciones, entrevistas, grabaciones, memorias, a mi abogada y a un periodista amigo, con el objetivo de dar forma a un libro.

Escribir lo que se vivió es complicado cuando no pretendés caer en apegos, sentimentalismos, sesgos o tintes de novela heroica.  

Agradezco a los que se han sumado al proyecto con sus aportes, declaraciones y correcciones.

Busco el tono correcto y los términos precisos. Dedico el tiempo que me sobra a darle estructura a este mamotreto de recuerdos.

Lo que leerán a continuación tiene más forma y fondo en el libro, pero me adelanto con estas palabras por la implicación moral que tendría saber algo que es dañino para otros e ignorarlo por conveniencia. No busco venganza, quiero justicia, y eso solo se consigue con la verdad de por medio.

***

A lo que alguna vez se llamó «Coalición Universitaria»,

Dirigirme a ustedes es un acto de egoísmo racional, es defender mis valores y principios. Podría callarme, pero me convertiría en cómplice, como lo fueron algunos al conocer o participar en los planes de asesinato en mi contra, o cuando se prestaron a amenazar de muerte a Fernando Sánchez, al mejor estilo de la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN). De omitir esta declaración, pasaría a ser un igual entre los que sabían del atentado contra Keller Pérez Duarte y no le previnieron.

He conocido información que quizá ustedes ignoran por estar en el ajetreo que implica buscar la mejor foto, la entrevista, el curul y el estipendio. Acá les dejo cuatro puntos y una conclusión que son libres de ignorar:

  1. Sus cálculos de ganancia van mal desde el inicio de su ¨estrategia¨, porque creyeron que eran los únicos que estaban siendo ¨invitados¨ a engañar y estafar.   Han pasado casi dos años desde que empezaron a torcerse, y se han ido enterando torpemente que no controlan el juego, que son piezas menores en el escalafón más bajo de los aspirantes al poder. Ya es muy tarde para tratar de reacomodar sus posiciones, la maleta de desmanes que cargan pesa; claro, para unos más que otros. ¿Creen que sus actuales patrones les van a permitir irse por la libre? No. Cuando aceptaron prebendas, casas, viajes y ¨protección¨, estaban firmando con sangre. Para ellos pasaron a ser su propiedad. Les crearon, les dieron forma, les escribieron los libretos y harán con ustedes lo que les plazca.

    Fui uno de los primeros a los que intentaron seducir en privado; sin embargo, no me presté a juegos sucios, y heme aquí. De hecho, uno de los promotores del pacto tácito entre AUN, AMCHAM y COSEP, Harley Morales, se atrevió, allá por el mes de junio de 2018, a llamarme ¨bocón¨ por advertir frente a todos ustedes lo que estaba en ciernes dentro de la Alianza Cívica. Él mismo fue descartado varios meses después, y hoy por hoy parece buscar inclusión en alguno de los grupos juveniles que gravitan alrededor de la ¨Gran Coalición Nacional¨. 
  1. Para conseguir éxito en un proyecto político se necesita un cuadro básico de elementos humanos entre los que impere una fuerte cohesión ideológica o una serie de objetivos comunes. Pero ustedes saben que no pueden confiar en el que tienen al lado, ya conocen el número exacto de quienes desbancaron para sentarse ahí; ¿qué les hace creer que no lo harán con ustedes llegado el momento idóneo? Abandonaron la honestidad, la moral, la ética y la verdad. Crearon un entorno de traiciones y mentiras, lo cual les condena al colapso. Van mal, muy mal. A unos les importa el dinero, a otros el poder, y dos de ustedes solo siguen ciegamente las ordenes de sus mentores. Los que buscan el dinero por sobre todas las cosas son los más peligrosos: harán lo que sea por una suma más jugosa.

    Les pondré un ejemplo hipotético para que logren entender: María es la que administra los recursos financieros y la ¨casa de seguridad¨, ella maneja desde hace año y pico los gastos del grupo. Mide los ingresos y egresos, ajusta el presupuesto y conecta con los ¨donantes¨. ¿Quién controla a María? ¿Qué les asegura que María no los recortará de la planilla a discreción? O peor aún, ¿qué ha convenido con los patrones ella sobre quién tiene un mayor valor de tasación libre, o preso, o incluso muerto?
  1. Aunque no quieran aceptarlo públicamente, saben que siempre he sido frontal, soy el dueño de mis palabras. No comploté contra ninguno, no robé, no serruché el piso de nadie. Por supuesto, llegado el momento tuve que desmarcarme rotundamente de ciertos ladrones y embusteros, pero eso tiene que ver con mi integridad. A esos, de quienes me desvinculé, les expuse mis motivos, y tienen conocimiento pleno de la evidencia que los vincula a sus fechorías.

He dicho solo lo que sé, y aunque no les guste la forma no pueden rebatir el fondo. No voy por ahí levantando falso testimonio contra nadie o lambisconeando. No tengo por objetivo el poder político ni el dinero. 

  1. Sé que a algunos les han retenido el pasaporte «para ponerlos en un lugar seguro». Lamento informarles que se jodieron. Los que aún lo conservan úsenlo pronto.

Conclusión:

El número de alcaldías, concejalías, diputaciones, cargos ministeriales, etcétera, es limitado. Antes de que ustedes aparecieran en la palestra ya había otros disputándose el poder, llevan décadas buscando la oportunidad perfecta para alcanzar el Ejecutivo. Además, hay una clase económica y política post-somocista que ha preparado a sus hijos y nietos para que, eventualmente, fuesen ingresando a la cúspide de la pirámide. ¿Qué les hace creer que ustedes -sin estudios o abolengo- van a disfrutar la miel de la victoria?

No hay sillas para todos, habrá que empujar, correr, morder o matar para conseguir la que se desea.

Víctor Cuadras Andino

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